4 malos hábitos que afectan tu memoria conforme envejeces
“La memoria es el diario que todos llevamos con nosotros”.
Así definió la memoria el escritor irlandés Oscar Wilde (1854-1900).
Sin embargo, a medida que envejecemos, algunas páginas de ese registro de nuestras vidas pueden perderse o perderse. Y esto no sólo es desconcertante, sino doloroso.
El profesor Charan Ranganath, director del Laboratorio de Memoria Dinámica de la Universidad de California (Estados Unidos) y uno de los neurocientíficos más importantes en el estudio de la memoria, garantiza que el riesgo de que esto ocurra se puede minimizar.
En conversación con BBC Mundo, el autor del libro “Por qué recordamos: la nueva ciencia de la memoria” identificó Cuatro malos hábitos que la mayoría de nosotros adoptamos y que, según él, afectan la capacidad de nuestro cerebro para recordar cosas.
Y ofreció una hoja de ruta para solucionarlos.
1. No descansar lo suficiente
A medida que el ser humano envejece tiende a dormir menos horas y, por si fuera poco, problemas profesionales, económicos y de salud pueden afectar la calidad del sueño, una combinación que puede ser muy perjudicial para la salud.
“Ahora sabemos que el cerebro tiene un sistema que drena las toxinas que se acumulan en él, incluida la proteína amiloide, que interviene en la aparición del Alzheimer. Este sistema se activa por la noche.“dijo Ranganath.
El neurocientífico, que pasó 25 años estudiando cómo funciona el cerebro, explicó que el sueño también influye función restauradora.
“Si una persona no duerme lo suficiente, la función cerebral frontal se reduce, al igual que su nivel de tolerancia al estrés; y, por tanto, no puede concentrarse correctamente”, destacó.
Pero, durante la noche, el cerebro no sólo expulsa elementos nocivos y recarga sus baterías, también organiza nuestros recuerdos.
“Durante el sueño se reactiva la memoria y esto es lo que muchos atribuyen al origen de los sueños (…) “Dormir hace que sea más fácil retener la información que aprendemos” añadió el experto.
No utilizar teléfonos ni ordenadores, evitar comidas copiosas y bebidas con alcohol y cafeína antes de acostarse fueron algunas de las recomendaciones que hizo Ranganath para intentar conseguir un sueño reparador.
Y para aquellas personas que, por una razón u otra, tienen dificultades para dormir por las noches, el experto dijo que Una siesta durante el día también puede resultar muy beneficiosa..
“Los beneficios [de dormir] porque la memoria también se puede obtener durante el día”, indicó.
2. Multitarea
En el mundo competitivo y ajetreado de hoy, la capacidad de realizar múltiples tareas se considera algo positivo. Sin embargo, Ranganath advirtió que esto podría ser “muy malo” para la memoria.
¿El motivo? “La corteza prefrontal nos ayuda a concentrarnos en lo que necesitamos hacer para lograr nuestras metas, pero esta maravillosa capacidad se ve perjudicada si saltamos continuamente de una meta a otra”, dijo.
Explicó que en nuestro cerebro hay una competencia entre conjuntos de neuronas que participan en diferentes tareas y esta competencia es lo que nos dificulta realizar múltiples tareas de manera correcta y eficiente.
Luego, el neurocientífico aseguró que consultar el correo electrónico mientras escuchas una conferencia o clase sólo conducirá a una cosa: en primer lugar, a no recordar lo que estabas escuchando.
“Cuando cambias de objetivo (empiezas a revisar el correo electrónico) las neuronas se distraen y registran recuerdos fragmentados de la conferencia, porque estás usando muchas funciones ejecutivas para gestionar el cambio de una actividad a otra y esto hace que sea difícil formar un recuerdo duradero.” al punto.
Sin embargo, como ocurre con toda regla, existe al menos una excepción: las tareas que están asociadas o relacionadas.
“Si vas a hacer un bizcocho tienes que precalentar el horno y luego volver a hacer la masa o algo similar. Pero si combinas todas estas tareas en una gran tarea, podrás hacerlo”, ilustró.
Para erradicar la multitarea, Ranganath no sólo recomendó intentar terminar una actividad antes de comenzar otra, sino también evitar cualquier cosa que pueda distraernos del objetivo.
Así que sugirió pon tu teléfono en silencioprincipalmente notificaciones por correo electrónico y mensajes mientras se ejecuta una acción.
También recomendó tomar descansos para soñar despierto o estirar las piernas.
La cuestión de cuánto tiempo pasamos revisando nuestros teléfonos inteligentes también ha abierto otra pregunta: ¿qué efectos tendrá esto en los jóvenes de hoy?
“Posiblemente habrá algunas consecuencias positivas y otras negativas, pero lo importante es que Están desarrollando hábitos que no son buenos para su memoria.“, dijo el experto.
Un estudio publicado en 2023 reveló que los adolescentes y niños norteamericanos pasan entre cinco y ocho horas diarias pegados a sus móviles.
3. Caer en la monotonía
Contrariamente a la creencia popular, el cerebro humano no está programado para recordarlo todo. Al contrario, es selectivo.
“La mayoría de las experiencias que hemos tenido o la información a la que hemos estado expuestos quedarán en el olvido”Ranganath explicó.
Sólo aquellos acontecimientos o experiencias asociadas al miedo, la ira, el deseo, la felicidad, la sorpresa u otras emociones que sean capaces de liberar sustancias químicas como la adrenalina, la serotonina, la dopamina o el cortisol en nuestro cerebro acabarán fijadas en nuestras neuronas.
Estos químicos ayudan a la plasticidad del cerebro, que es esencial para la memoria.
“La plasticidad en el cerebro nos ayuda a realizar tareas.especialmente aquellos que son repetitivos, de manera más eficiente”, explicó el profesor de la Universidad de California, quien indicó que esta capacidad disminuye con la edad.
Y por tanto, acciones como recordar la contraseña que acabamos de cambiar para acceder a nuestra cuenta bancaria, móvil o correo electrónico se vuelven más difíciles a medida que pasa el tiempo.
“Una vez que cambies la contraseña, tendrás las neuronas que tenían la contraseña anterior guardada peleando con las que tienen la nueva”, dijo.
Rompe con la monotonía y la rutina Es, según el experto, la mejor forma de intentar preservar la plasticidad.
4. Ten demasiada confianza
“La gente piensa que su memoria es realmente buena hasta que, en algún momento de su vida, se dan cuenta de que no es así”, dijo Ranganath.
Y no es de extrañar, porque según el experto, el cerebro no fue diseñado para recordar literalmente todo lo que vivimos, lo que sería una tarea muy ardua.
“Se estima que el estadounidense medio está expuesto a 34 gigabytes (o su equivalente: 11,8 horas) de información al día”indicó el maestro.
“El propósito de la memoria no es recordar el pasado, aunque puede hacerlo, sino extraer del pasado la información importante que necesitamos para comprender el presente y prepararnos para el futuro”, explicó, al recomendar No recurras sólo a la memorización para aprender algo.
“El aprendizaje más eficaz se produce en circunstancias en las que nos esforzamos por evocar un recuerdo y luego obtener la respuesta que buscamos”, señaló.
“Por ejemplo, unos minutos después de que te presenten a una persona, desafíate a ti mismo e intenta decir su nombre. Y mientras la conversación continúa, lo vuelve a hacer. Cuanto más espaciados sean estos intentos, mejor”, explicó.
Otras recomendaciones
Además de combatir los cuatro hábitos mencionados, Ranganath aseguró que existen otras formas de proteger nuestra memoria y gozar de una buena salud mental.
“Hay muchas cosas obvias que la gente puede hacer para cuidar su memoria.pero no lo hacen porque están esperando una pastilla o una vacuna, porque es más fácil y no hay necesidad de cambiar su estilo de vida”, lamentó.
Pero ¿cuáles son estas cosas obvias?
“A corto plazo: intentar dormir mejor, aprender a lidiar con el estrés (o intentar reducir las causas que lo provocan) y adoptar prácticas de mindfulness, que sirvan para detectar cuando estás distraído”, afirmó.
A largo plazo la lista es un poco más larga.
“La alimentación puede hacer mucho, la dieta mediterránea ha demostrado tener muy buenos resultados a la hora de promover la salud mental”, explicó.
Y luego enumeró: “El ejercicio físico, especialmente el aeróbico, es bueno porque aumenta la secreción de sustancias que aumentan la plasticidad y mejoran la vasculatura del cerebro”.
“La buena salud dental y auditiva también es importante, porque los estudios han demostrado que las personas con una mala higiene dental o que no cuidan sus oídos tienden a sufrir problemas cognitivos. Y por último, “Las relaciones sociales y la exposición a cosas nuevas estimulan la plasticidad del cerebro”. terminó.
Finalmente, el experto afirmó que estudios han revelado que estas buenas prácticas han permitido a algunas personas conservar la memoria hasta la vejez y reducir en un tercio el riesgo de demencia.
Los datos son alentadores, sobre todo teniendo en cuenta que el 40% de las personas pueden tener algún tipo de problema de memoria al cumplir 65 años, según la Sociedad Canadiense de Alzheimer.
* Olvidar cosas: qué tan normal es esto y cuándo debes empezar a preocuparte por tu memoria
* ¿Qué son los falsos recuerdos y por qué ocurren si tenemos buena memoria?
*¿Con qué nutrientes alimentas tu memoria?
Haga clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
——————————
#ElSondeolatino @elSondeolatino #Noticias #Actualidad #Horóscopo #NY #SantoDomingo #Revista #NoticiasDominicanas #Accidentes #NoticiasPolitica