El pasado miércoles 24 de mayo, alrededor de las 6:30 de la mañana, Domingo vigiló que Belkis abriera la puerta para trasladarse a su trabajo. Cuando Belkis se percató de que él estaba ahí intentó cerrar la puerta, pero forcejeó con el victimario.
Mientras corría a la habitación, Domingo le roció gasolina en su cuerpo llegando hasta a la cama, donde estaba también el hijo de ambos durmiendo. Encendió la casa y cerró las puertas de las habitaciones con la intención de que nadie salga.
Además de la víctima, en la vivienda estaban dos de los hijos menores de Belkis y su padre de 75 años, quien luchó incansablemente y desesperado por salvar a su hija, pero sus fuerzas no le dieron para mucho.
